jueves, 23 de octubre de 2008

cuentitos... tres...

El cuello alto
El cuello alto decía:-Mírenme, soy alto.
Un día una hormiga le dijo: -Tené cuidado, fijáte a dónde camina la hormiga.
-Perdoná, chiquitín.
Y de ese día tuvo cuidado y dejó de hacerse el canchero. Fue siempre a ayudar a todos los chiquitos.
Coco
Día del terror martes 13
Iba para la escuela y me encontré con un animal muy extraño y me llamó y me dijo que le pida un deseo. Le dije que quería saber todo. Al día siguiente era martes 13 y en ese día me pasó algo extraño me levanté y empecé a escuchar a los perros ladrando en mi patio y fui al patio y los perros estaban ladrando al árbol. Y yo fui al árbol y no había nada. Fin
Luciano.
Un día el señor Ramón le regalaron una cama y él se acostó y se durmió y apareció en la cocina. Entonces dijo yo me acosté en la cama, no en la cocina y sintió miedo y se volvió a acostar y no pasó nada. Al día siguiente se fue a trabajar y volvió y comió y se iba a acostar a dormir la siesta y la cama no estaba más. La buscó por todos lados y no la encontró más. Lo que le pasó fue que la cama tenía el poder de conocer los sueños y no le gustaron los sueños de Ramón porque era malo. Antes el quería tender la cama y no le salía. Entonces un día volvió de trabajar, abrió la puerta y la cama estaba parada y la cama se le cayó arriba de él. No había nadie para ayudarlo y entonces hizo fuerza y sacó la cama de encima de él y la puso donde dormía. Entonces la dejó destendida y se fue a trabajar y cuando volvió la encontró tendida, se fijó por toda la casa si había alguien y no encontró nada y se acostó y no sintió más nada. De tanto luchar con la cama Ramón se volvió bueno y la cama no se fue más y vivieron muy feliz. Punto final.
Elbia

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